Promueve el autocuidado y el conocimiento adecuado sobre salud sexual reconociendo que el Derecho a la Salud comprende además la salud sexual y reproductiva. Éstos se definen como la posibilidad de desarrollar una vida sexual gratificante, sin coerción, con el menor riesgo posible de contraer enfermedades de transmisión sexual o un embarazo no deseado, la posibilidad de regular la fecundidad, el ejercicio del derecho a un parto seguro y sin riesgo, y a dar a luz y criar niños saludables.
Simultáneamente tiene por objetivo contribuir con acciones de prevención y detección en forma oportuna y temprana de enfermedades genitales, mamarias, infecciosas y tumores.
Cuando hablamos de procreación responsable, nos referimos a la rama de la salud sexual cuyo ejercicio nos permite decidir el número de hijos que cada pareja desea tener, cuándo tenerlos y el intervalo entre ellos. El ejercicio de este derecho se fundamenta en la autonomía de todas las personas de elegir individual y libremente, de acuerdo a sus convicciones y a partir de información y asesoramiento, un método anticonceptivo adecuado, reversible, que mejor se adapte a sus necesidades.
