La enfermedad celíaca es la intolerancia permanente al gluten, conjunto de proteínas presentes en el trigo, avena, cebada y centeno (TACC) y productos derivados de estos cuatro cereales. Esta enfermedad produce una lesión grave en la mucosa del intestino delgado impidiendo que se absorban de manera adecuada los nutrientes de los alimentos, como proteínas, grasas, hidratos de carbono, minerales y vitaminas.
Se desconoce la causa exacta de la enfermedad ya que en su patogenia intervienen factores ambientales, genéticos e inmunológicos. Puede aparecer a cualquier edad y, actualmente, la incidencia es mayor en mujeres que en varones. Se calcula que 1 de cada 100 personas sufre en Argentina dicha enfermedad y la mayoría lo desconoce. De allí la importancia del diagnóstico temprano para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.
Algunos de los síntomas de la enfermedad celíaca son diarrea crónica, distensión abdominal, disminución del apetito, pérdida de peso, anemia, decaimiento, menopausia precoz, depresión, abortos reiterados, osteoporosis, entre otros.
El único tratamiento para la celiaquía es una dieta estricta, segura y de por vida de alimentos libres de TACC (trigo, avena, cebada y centeno). De esta manera, el celíaco, puede alcanzar los niveles nutricionales que había perdido y lograr con ello su total desarrollo físico y neurológico.
El celíaco, además, debe incluir alimentos naturales como: leche, carnes, pescados, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres y cereales sin gluten (arroz y maíz).
Asimismo, debe tener especial cuidado con aquellos productos industrializados, ya que pueden contener gluten en su composición. Los productos alimenticios \"libres de gluten\" deben llevar obligatoriamente impreso en sus envases o envoltorios el símbolo de identificación oficial de los mismos.
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