La amenaza del cambio climático nos hace esperar que cada vez los veranos sean más calurosos. Y si bien, en esta época tenemos más ganas de realizar actividades al aire libre, aun en días de alta temperatura y humedad, esto puede transformarse en un gran riesgo para nuestra salud. Estas condiciones climáticas pueden generar un golpe de calor que afecta a personas de cualquier edad.

¿Quiénes tienen mayor riesgo de padecer un golpe de calor?

• Niños menores de 5 años (más aún aquellos menores de 1 año)
• Personas con enfermedades crónicas (cardíacas, renales, neurológicas, etc).
• Personas obesas o con desnutrición.
• Niños con diarrea

¿Cuáles son los síntomas?

• Piel caliente y enrojecida
• Dolor de cabeza
• Fatiga
• Sed intensa
• Náuseas
• Somnolencia
• Dificultad al respirar
• Mareos
• Temperatura corporal alta
• Irritabilidad
• Falta de apetito

¿Cómo prevenirlo?

• Permanecé en lugares frescos y bien ventilados.
• Vestí ropa holgada, de colores claros, liviana, preferentemente de algodón. Los bebés pueden usar sólo pañales.
• Hidratate con agua. Recordá que, a lo largo del día, necesitamos beber al menos dos litros y que no hay que esperar a tener sed. Las temperaturas elevadas nos generan mayor pérdida de agua y, por lo tanto, hidratarnos es fundamental.
• Evitá bebidas alcohólicas o con azúcar.
• Si un niño sólo se alimenta con pecho, hay que aumentar la frecuencia de las tomas.
• Evitá la exposición solar entre las 10 y 16 hs.
• Si vas a estar al aire libre, usá sombrero, remeras mangas largas y protector solar (aún en días nublados).
• Nunca dejes los niños dentro de un vehículo estacionado y cerrado.

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