NOTICIAS DE PREVENCIÓN

17-07-2018
Semana Mundial de la Lactancia Materna
APRENDIENDO A DAR LA TETA
En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, el sábado 4 de agosto, nuestra Mutual, acompañada por el Colegio de Obstetras, la Sociedad Argentina de Pediatría (Filial Santa Fe), su Comité de Lactancia Materna y la Dirección Provincial por la Salud en la Niñez, Adolescencia, Sexual y Reproductiva, realizó una charla gratuita y abierta a todo público sobre Lactancia Materna.

Mamás, papás, futuras mamás, futuros papás, profesionales de la salud y público en general se acercaron a compartir esta charla cuyo objetivo principal fue empoderarlos para que puedan elegir, decidir libremente y defender sus decisiones respecto de la alimentación de sus hijos con conocimiento firme y validado.

A lo largo de la charla, los participantes fueron haciendo sus consultas, contando sus experiencias y aquellos comentarios (no siempre muy alentadores) que habían recibido al momento de dar la teta.

La facilitadora, Gabriela Arribas, fue escuchando y respondiendo a cada una de las preguntas destacando que, “la Lactancia Materna no es sólo una responsabilidad de la mamá, sino que es una cadena afectiva y efectiva de apoyo que se logra con el acompañamiento de toda la familia, los gobiernos, los efectores de salud y las organizaciones que deben cumplir las leyes y capacitarse para esto”.

También detalló los principales beneficios de la Lactancia Materna tanto para la mamá, el bebé, la familia y toda la sociedad.

“La Lactancia Materna ofrece ventajas que no pueden ser igualadas por ninguna otra forma de alimentación. Es única en su composición y sus funciones. Por eso es importante que, para alcanzar el mejor crecimiento y desarrollo del bebé, la mamá le pueda dar leche materna exclusiva, a libre demanda, durante los primeros seis meses y, luego, complementar la teta con otros alimentos nutritivos hasta los dos años o más. Cuanto más se incrementa el tiempo de lactancia, mayores son los beneficios”.

 

Piel con piel

Como en todas las especies, la leche materna contiene todo lo que el bebé necesita para desarrollarse y en las proporciones exactas: azúcares, agua, proteínas, grasas, hidratos de carbono, minerales, vitaminas y hierro.

Además, se digiere fácilmente y está siempre lista. Al ser un tejido vivo, compuesto por células, se modifica para adaptarse a las necesidades específicas de la mamá y el bebé (según la estación del año, los anticuerpos que necesita el bebé o la capacidad de su estómago, el momento del día o, incluso, el momento de la mamada).

Desde lo afectivo, dar la teta también es muy importante. El contacto piel a piel, la cercanía, el latido del corazón de la mamá y el vínculo que se genera dando de mamar hacen que el bebé vuelva a experimentar el sentimiento de seguridad y protección de la vida intrauterina.

Así como, está demostrado que el vínculo en la lactancia disminuye la morbimortalidad del recién nacido, así como, el abandono, la violencia y el maltrato.

Por eso, sobre todo desde la primera hora de nacimiento (la llamada hora de oro), tanto en partos naturales como en cesárea, se recomienda el contacto piel a piel, el contacto visual, táctil y verbal en la misma sala de partos.

 

Creer en la teta

Todas las mujeres tienen glándula mamaria, por lo tanto todas pueden dar la teta. Lo principal es creer en ella como la mejor forma de alimentación y recibir la información y contención adecuada.

“Con información y educación se pueden superar todos los condicionantes que pueden boicotear la Lactancia Materna, como ser, el bombardeo comercial, la historia de la madre, de la abuela, los miedos, la falta de un buen agarre, las grietas en el pezón, la falta de comprensión familiar, la falta de apoyo, un médico no capacitado, la enfermera que dice frases no adecuadas en el momento adecuado”.

Por eso, se recomienda prepararse durante el embarazo, consultando a profesionales de la salud que apoyen la Lactancia Materna o participando de cursos o charlas informativas acerca del amamantamiento.