El cáncer es un proceso de crecimiento y diseminación incontrolados de células. Puede aparecer prácticamente en cualquier lugar del cuerpo. El tumor suele invadir el tejido circundante y puede provocar metástasis en puntos distantes del organismo.
Muchos tipos de cáncer se podrían prevenir evitando la exposición a factores de riesgo comunes como el humo de tabaco. Además, un porcentaje importante de cánceres pueden curarse mediante cirugía, radioterapia o quimioterapia, especialmente si se detectan en una fase temprana.
Prevención y control
El cáncer se puede prevenir y controlar mediante la aplicación de estrategias basadas en la detección temprana, tratamiento y cuidados paliativos. Los factores de riesgo modificables más comunes son:
• El consumo de tabaco.
• Baja ingesta de frutas y hortalizas.
• Uso nocivo del alcohol.
• Falta de actividad física.
• Infecciones crónicas del virus del papiloma humano (VPH) -para el cáncer de cuello de útero-, hepatitis B y C -para el cáncer de hígado- y H. pylori -para el cáncer estómago.
Se estima que un 30 a 40 por ciento de los cánceres se podrían prevenir reduciendo estos factores de riesgo.
Tratamiento y calidad de vida
El cáncer puede tener un impacto importante en la salud emocional, física y psíquica de las personas. Por eso, es necesario que, quienes estén transitando por esta enfermedad, puedan mantener sus redes de apoyo y hablar de lo que les está pasando con sus familiares y cuidadores.
En este sentido, se hace totalmente necesario un abordaje multidisciplinario que involucre a diferentes especialidades (médicos oncólogos, psicólogos, enfermeras, entre otros) y garantice una mejor calidad de vida.
Cuando un paciente se encuentra debidamente entrenado para enfrentar la enfermedad y sus consecuencias emocionales, sus miedos disminuyen y su capacidad de resistencia aumenta, permitiéndole afrontar cualquier tratamiento al que deba ser sometido.
Algunas sugerencias terapéuticas
> Procure aferrarse a lo que le hace bien, estar cerca de los afectos, poner en palabras todo lo que va sintiendo y viviendo e intentar transitar este viaje, con amor, paciencia, y muchos abrazos.
> Cuanta más información obtenga de su enfermedad y diagnóstico, menos miedo y ansiedad tendrá y afrontará mejor su tratamiento. Es importante que haga preguntas y sea parte activa del proceso. Recuerde que la mejor fuente de información la obtendrá de su médico y equipo.
> Intente realizar ejercicios de relajación y respiración profunda, escuche música, lleve a cabo actividades placenteras, comuníquese con amigos y familiares.
> Si no desea hablar de su enfermedad o quiere hacerlo en otro momento, transmítaselo a quienes lo rodean.
> No se limite, ni se aísle. Tener cáncer no tiene porqué convertirlo en una persona desahuciada. Más de la mitad de los pacientes se curan y, en otro porcentaje importante la enfermedad se cronifica. Cambie la forma de ver la vida, no la muerte.
> Es recomendable seguir asumiendo algunas de las responsabilidades de las que se hacía cargo. Los pacientes necesitan ayuda y comprensión, no compasión ni sentirse inútiles. Una sobreprotección excesiva puede hacer sentirlo inútil e inválido.
> Si tiene hijos pequeños, es conveniente comunicarles lo que está pasando. Los niños son muy sensibles a los cambios de las rutinas familiares y detectan rápidamente que algo está ocurriendo. Si sienten que se les está ocultando un problema, existe la posibilidad de que se imaginen una situación errónea, incluso peor de la real, lo cual les sería perjudicial.
Fuentes
Organización Panamericana de la Salud /Organización Mundial de la Salud
Ministerio de Salud Presidencia de la Nación
http://www.psicologiadelcancer.com/qu%C3%A9-es-la-psicooncolog%C3%ADa/
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